

La Organización Mundial de la Salud (OMS) celebra el Día Mundial de la Salud cada 7 de abril, para conmemorar el aniversario de su creación en 1948. La OMS (WHO por sus siglas en inglés) es la institución responsable de desempeñar una función de liderazgo en los asuntos sanitarios mundiales, establecer normas, prestar apoyo técnico a los países y vigilar las tendencias sanitarias mundiales.
El Día Mundial de la Salud proporciona una oportunidad de ámbito mundial para centrar la atención en importantes cuestiones de salud que afectan a la comunidad internacional. Las acciones, eventos y programas no se centran en ese día sino que se prolongan largo tiempo tras el 7 de abril de cada año y con las que LABCO quiere colaborar para promover la prevención de graves problemas de salud.

Objetivo del Día Mundial de la Salud 2015: Inocuidad de los alimentos.
Nuestros hábitos nutricionales están relacionados con el tipo de alimentos que consumimos y cómo los tratamos. Los alimentos insalubres están asociados con la muerte de unos 2 millones de personas al año en el mundo, en su mayoría niños. Estos alimentos causan más de 200 enfermedades, que van desde la diarrea hasta el cáncer. De modo que cada vez resulta más evidente la necesidad de reforzar los sistemas que velan por la inocuidad de los alimentos en todos los países y controlar cómo afectan los mismos a nuestra salud.
Aproximadamente un 75% de las nuevas enfermedades infecciosas humanas aparecidas en los últimos 10 años fueron causadas por bacterias, virus y otros patógenos que surgieron en animales y productos animales.
A pesar de estas increíbles cifras muchas personas siguen sin dar la importancia necesaria a su alimentación, ni a cómo su cuerpo puede reaccionar ante ella:
¿Cómo nos pueden afectar los alimentos en mal estado?
A día de hoy nuestro organismo se enfrenta a multitud de agresiones externas e internas. A esta capacidad de cualquier sustancia química de producir efectos dañinos en nuestro organismo se le llama toxicidad.
La respuesta de nuestro organismo varía en función de lo que comamos y de nuestra genética.
Detectarlo a tiempo y evitar futuros problemas es conveniente, por lo que hacerse un chequeo médico y realizarse las pruebas adecuadas, podría reducir significativamente el riesgo de vernos afectados por el problema de la inocuidad de los alimentos.




















